Entendemos que la música puede ser incorporada como herramienta de entrenamiento y ser reguladora de las distintas partes de la jornada deportiva.

Los chicos, al vivir experiencias diferentes a través de esta esta metodología de trabajo aprenden a percibir las distintas sensaciones y emociones que les produce la música en su cuerpo y en el entrenamiento.

En este proceso se abre un espacio para que cuenten lo que les sucede entrenando al ritmo de la música donde el fin es poner el foco en la meta y no en la fatiga que genera el entrenamiento, de este modo, los distintos sonidos los alientan a ir por más y, además, divertirse con sus amigos.

En el Programa Deporte y Valores, entendemos el deporte como una herramienta para transmitir a los chicos la importancia de confiar en ellos mismos.